BLOG SOBRE JUAN PASQUAU - PERIÓDICO INTEMPORAL



PERIÓDICO INTEMPORAL DEDICADO A JUAN PASQUAU

Para que vuelvan a acercarse a la obra del escritor ubetense quienes tuvieron la suerte de conocerlo, para que lo descubran quienes no lo conocieron, para que todos crezcan en permanente conversación con sus escritos y su pensamiento.

jueves, 30 de junio de 2016

PALETOS DEL HOY




Uno va creyendo que el defecto capital de muchos hombres de ahora es el de que nos encontramos satisfechos, burguesamente satisfechos, en el “rincón del tiempo” en que nos ha tocado vivir. Nuestra poca afición a la Historia viene de ahí: no queremos saber nada de nuestros alrededores. Desdeñamos, como los aldeanos que no han salido de su villorrio jamás, la noticia de otros parajes. ¡Lo nuestro es lo mejor! (¿Actualismo puro? Pura catetería. ¿Devotos a ultranza del presente? Paletos.) 

Juan Pasquau, en El catalejo de don Melchor, ABC, 7 de enero de 1961.

martes, 28 de junio de 2016

HOMBRE SIN NORTE




El hombre hoy no sabe enterarse de quién es ni recurre a la memoria de su última verdad.

 Juan Pasquau, en Recuerdo de don Félix, Diario Jaén.

sábado, 25 de junio de 2016

POLÍTICA SIN FANTASÍAS




Engañan los políticos que prometen bienandanzas inmediatas y que nada más programan a corto plazo. No, no: por ley natural, todo lo estupendo llega mucho después de para cuando se desea. Los súbitos cambios de tiempo son engañosos. Las mejorías repentinas del enfermo mienten también. En política son demagogos los que dicen que todo se solucionará mañana, cuando ellos intervengan: los que tienen un pensamiento que no es ágil, ni intenso, ni valiente. Los que tienen un pensamiento que nada más es revolucionario.

Juan Pasquau, en Pensamiento y Política, Diario Ideal, 28 de diciembre de 1975.

viernes, 24 de junio de 2016

MEDITACIÓN A LAS PUERTAS DEL VERANO



El frío contrae los cuerpos; el calor, los dilata... ¿A los cuerpos? También a las almas. En el invierno —esto parece claro— tenemos más cohesión en nosotros mismos: nos adensamos mejor en nuestros alvéolos. Pero en el verano, las mismas aguas ocultas de cada uno, ¿no se desparraman en torno? La llamada personalidad, al llegar el invierno se solidifica, se afirma: cristaliza. Y sus ejes de simetría —ideas, prejuicios, juicios, pasiones— se hacen bien patentes. Y sus aristas —sus modos, sus formas, sus caracteres— aparecen nítidas y visibles... Con los primeros calores, en cambio, viene la "alegre desbandada", sí. Entonces, fluye en nosotros algo que creíamos pertinazmente detenido o congelado. Yo no sé si es que entonces viene la licuación —a ustedes nos les gusta esta palabra, ni a mí tampoco— de la personalidad. Yo no sé si es la evaporación lo que viene entonces. Pero nos notamos, nos sentimos casi otros. ¿Mejores? ¿Peores?...

Si duda alguna el verano, además de un fenómeno meteorológico, es un fenómeno psicológico.

Juan Pasquau, en Notas del vago estío, Revista VBEDA, 97, julio y agosto de 1958

lunes, 20 de junio de 2016

¿Y LA BELLEZA?




¿Dónde está la belleza? Desgarraron su túnica y, ahora, se reparten sus despojos. Y allá se alza el arte sin forma, y acá la forma sin arte. Descoyuntaron su grandeza y unos hicieron angustia de su idea, mientras otros cromo de su color.

Y, no obstante, el mundo está necesitado de la Belleza, de la Belleza «esplendor de orden», según la clásica definición agustiniana. Todavía hay gentes ávidas de ciencia: de ciencia de delicadezas, hombres de buena voluntad que aspiran a la astral perennidad del Bien...

Juan Pasquau, en Úbeda, Ciudad del Renacimiento Andaluz,
Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Granada, 1973

sábado, 18 de junio de 2016

COSMOPOLITISMO




La actualidad es nuestro paisaje ordinario. Pero por extraordinario que sea nuestro paisaje ordinario, hay que perderlo alguna vez de vista. Quien se encierra en su tiempo es, un poco, como quien se encierra en su pueblo; el actualismo a ultranza es un aldeanismo más. 

Juan Pasquau, en Patios, ABC 14 de agosto de 1977.

viernes, 17 de junio de 2016

LA ETERNA LUZ DEL ARTE




Luz, luz, más luz”, pedía Goethe en el momento de su muerte. Siempre el mundo necesitó más luz y son los artistas los que responden al apremio, a la llamada. (…) Luz que ayuda a vivir. Luz que puede ayudar a morir. 

Juan Pasquau, en Guitarra y luz, Diario Jaén, 20 de febrero de 1977.

martes, 14 de junio de 2016

INDIVIDUO Y GENTE




El factor “gente” está formado de todo lo aleatorio, de todo lo falso e impersonal. Cada individuo entreteje su mundo personal, y con las hilachas sobrantes se forma la tela anónima, la gente. 

Juan Pasquau, en Plaza de Santa María, de Baeza, en Revista Vbeda

sábado, 11 de junio de 2016

ANTIGÜEDAD Y VEJEZ




Yo distingo entre antiguo y viejo, porque la antigüedad es un mérito y la vejez un lastre. Ser viejo es cerrar alrededor de sí todos los horizontes; ser viejo es enquistarse, abroquelarse, solidificarse en prejuicios. Ser antiguo, en cambio, significa (…) abrir el corazón a las sugestivas incitaciones que soplan del pasado; es respirar la lejanía en un afán de simplitud. La vejez esteriliza, pero la antigüedad fecunda. 

Juan Pasquau, en Ibros: lo antiguo y lo viejo, mayo de 1962

martes, 7 de junio de 2016

SOMOS UN MUNDO, NUESTRO MUNDO




Cada hombre es una persona; he aquí una verdad —con apariencias de perogrullada— que olvidamos con frecuencia. Porque cada persona es —se sabe hasta la vulgaridad— un mundo. Un mundo distinto y aparte que, como tal, informado de vivencias exclusivas probablemente, adolece de un trazado peculiar, de un plano vital diferente. Sucede en el trabajo de la introspección que podemos creer que hemos dado con nosotros mismos, que nos hemos encontrado, cuando llegamos a éste o el otro rincón, a cierta esquina del alma que, a lo mejor, para otros, representa algo así como el centro geográfico de sus vidas pero que, para uno, está situado más acá o más allá. Así, nos confundimos, erramos. Y, creyendo constatar nuestra carácter específico en lo que, probablemente, puede ser en nosotros, accidente o circunstancia solamente, desistimos de penetrar más hondo, más adentro de la propia intimidad. Y sospechamos entonces que, más adentro, sólo podemos hallar barrios miserables, oscuros: deleznables suburbios de nuestra personalidad. ¿No preferimos circular, más bien, por las anchas vías del genérico afán común, tapiando nuestra mismidad, entregándonos al tráfico —más social que personal— de la convivencia, del sentir uniforme? Eliminamos de esta manera lo más valioso de nosotros mismos; hurtamos lo más sincero, a nuestro autoconocimiento.

Juan Pasquau, en Biografía de Úbeda, 1958.

sábado, 4 de junio de 2016

DÓNDE HABITA LA JUVENTUD




¿Dónde está la juventud? ¿En la edad, en las arterias, en las ideas, en el corazón? La juventud es, seguramente, una concentración de energía. Mientras se acomete la tarea vital con entusiasmo, la esencial juventud no cesa. Vista la cosa así, la juventud es “la salud que se procura cada uno”. Una salud de espíritu que mil veces es capaz de doblarte el pulso —de vencer— el deterioro de las arterias, el derrumbamiento de las ilusiones. Porque a todo el mundo se le derrumban unas ilusiones. Si sabe sustituirlas por otras, sigue siendo joven. Si no acierta a sustituirlas se sume en la vejez. Y esta vejez viene a veces a los veinte años… 

Juan Pasquau, en Andrés Segovia, Diario Jaén, 15 de diciembre de 1971.

miércoles, 1 de junio de 2016

NORMALIDAD Y EXTRAVAGANCIA DEL ARTISTA




Claro está que el artista, cuando inserta su selecta calidad intelectual, su sensibilidad o su carisma, en una constitución psíquica normal, es, desde luego, mejor artista. El artista, si hombre normal, dos veces bueno. Mucho cuidado con creer que la extravagancia, la pelambre lírica o la pelambre física, dan carácter al genio. Nada de eso. Hay, sí, muchos artistas y sabios “a pesar” de sus extravagancias; pero nunca, precisamente, a causa de la extravagancia. 

Juan Pasquau, en Andrés Segovia, Diario Jaén, 15 de diciembre de 1971.