Se puede tener dolor, se puede sufrir intensamente; pero si en el espíritu está encendida la lucecita de la Esperanza, no hay sino aguardar que pase la tormenta. Lo peor es cuando creemos en la noche —noche total— y no como en un accidente, sino como en un absoluto. Y el nihilismo —postura intelectual de moda— no pasa de ser eso: pesimismo radical, empeñado en apagar todas las luces.
Juan Pasquau, en La actitud religiosa, Revista ASÍ, 22 de junio de 1969
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