Inmensa comunión de penitentes vivos y de penitentes idos; de penitentes que hilan ahora su acción cristiana y de penitentes que descansan ya, allá en el Reino, del martillo, de la pluma, del palustre, del libro, del mostrador, de la azada.
Juan Pasquau, en "1577-1977", en Jesús Nazareno, historia y presencia, 1978.
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