La naturaleza es fiel, pero no
enteramente disciplinada. Entre el caos y el robot, está el cosmos. Entre el
desorden radical y el orden a ultranza de los mecanismos de precisión, la
naturaleza se mueve en “armonías”. Pero la armonía no es del todo una fórmula.
De ahí la incapacidad de las estadísticas. No hay cosa tan antipática como una
estadística. Mediante ella, enrejamos la verdad con cuadrículas. A través de
los barrotes de las cuadrículas, la verdad secuestrada pierde su sonrisa libre.
La estadística fabrica “cocientes”, temperatura media, jornal medio, hombre
medio… Entes de ficción. ¿Han visto ustedes muchas veces el termómetro marcando
14’723 grados centígrados? Pues bien, esta es la temperatura normal.
Juan Pasquau, “Es fiel, pero no
disciplinada”, Diario Jaén, 29 de abril
de 1961.
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