Úbeda enmarca sus solemnidades religiosas de la Semana Mayor sobre un fondo inmejorable. Las piedras monumentales son, también, espectadores de las procesiones. Así la piedad, trenzada con el arte, sugiere a las almas una pura intuición de Belleza. Belleza dosificada, al par, de Ética y Estética. Idas que ebullen, vivaces, estimuladas por la emoción. Ideas que se hacen sentimientos. Anhelos que encuentran su «clímax». Fe que trepa victoriosa escalando memorias y dulces recuerdos. Historia abierta, como camino real...
Úbeda renacentista aporta una gracia serena, templada de elegancias, al estallido sublime de la Gracia...
(Del artículo ÚBEDA, CIUDAD DE SEMANA SANTA. Revista Vbeda, Año 13, núm. 118, 5 de abril de 1962)
(Fotografía: JUAN DE LA CRUZ MORENO BALBOA)
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