BLOG SOBRE JUAN PASQUAU - PERIÓDICO INTEMPORAL



PERIÓDICO INTEMPORAL DEDICADO A JUAN PASQUAU

Para que vuelvan a acercarse a la obra del escritor ubetense quienes tuvieron la suerte de conocerlo, para que lo descubran quienes no lo conocieron, para que todos crezcan en permanente conversación con sus escritos y su pensamiento.

sábado, 30 de abril de 2016

BAÑO DE SIMPLICIDAD




Hay que regresar, momentáneamente, a lo rústico en todo; hasta en la filosofía. ¡Qué bien sienta un baño de ideas elementales siempre que el espíritu se empeña en rizar el rizo! La Naturaleza es buen freno de esta civilización mecanizada que planea su vuelo sobre abstracciones y quintaesencias. 

Juan Pasquau, en El Tratado de Cazorla, Diario Jaén, 17 de agosto de 1963

miércoles, 27 de abril de 2016

PAISAJE PARA LA ESPERANZA




—¿Qué es un paisaje para la esperanza? —le pregunté.

—Es como un sitio donde persiste la ilusión de poder encontrarnos a nosotros mismos. 

Juan Pasquau, en Úbeda Mirador, Diario “Jaén”, 28 de septiembre de 1971

sábado, 23 de abril de 2016

LOS LIBROS DE LEER




Es saludabilisímo, pues, entregarnos de vez en cuando a los libros que se llegan a nosotros simpáticamente, graciosamente, sin afán de imponernos su razón incontrovertible, sino con el sencillo propósito de exponernos su criterio. Los “libros de texto” nos hablan siempre engolados, con un insoportable tufillo doctoral. Los libros de leer nos invitan a pensar, a sonreír, a amar, a sufrir, a soñar…

Juan Pasquau, en Estudio y lectura, Diario Jaén, 22 de octubre de 1953.

miércoles, 20 de abril de 2016

GUERRA CONTRA LA NOCHE




Desde el invento del fuego —testarudez del pedernal contra el eslabón— hasta ahora, la Civilización es, en cierto modo, la historia de la guerra del hombre frente a la noche. 

Juan Pasquau, en Biografía de Úbeda, 1958

domingo, 17 de abril de 2016

TEORÍA POÉTICA




Anochece acaso. Llueve. A lo mejor suena la campana del convento. Soledad —vacío— para el musitar de la llovizna. Silencio —ausencia— para la voluta de la sensibilidad. “Soledad sonora”. ¿Es que la poesía y la verdad han de prender sus luz en los oros aúlicos, en las exuberancias redundantes? Lo facundo no es lo fecundo. La poesía arraiga en la nadería del matiz mejor que en la violencia del color. La verdad erige su edificio en el hueco de todas las falsas razones huidas. El Amor, anida en la caverna de los engañosos afectos extirpados. La luz, en la noche oscura. 

Juan Pasquau, en el libro Dos temas de Úbeda, 1971

jueves, 14 de abril de 2016

NECESIDAD DE LA BELLEZA




Ahora, en nuestro tiempo, cualquier hombre —todo hombre— necesita de la belleza. El mundo en que vivimos es, a ratos, alegre; pero rara vez es bello. Sucede que muchos viven bien, pero no viven satisfechos. ¿Qué les falta? En la ciudad sobran espectáculos para la diversión de las gentes. Pero, ¿dónde están las cosas —las cosas y no los artificios— que retrotraigan a los hombres a su versión —a su versión y no a la diversión— natural, espiritual y humana? La Civilización nos está alejando vertiginosamente de la Naturaleza y… de la Cultura. La Naturaleza y la Cultura son los dos planos de aterrizaje del espíritu, mientras la Civilización técnica no es sino el globo que se eleva y se eleva sin garantías de regreso, de nuevo contacto con la realidad viviente. Civilización sin “seguro” de Cultura es disparadero hacia la catástrofe… 

Juan Pasquau, en Impresión de Cazorla, Diario Jaén, 10 de agosto de 1962.

lunes, 11 de abril de 2016

BELLO ES MÁS QUE BONITO




Empiezan a desentenderse de la Belleza —por incógnita, por inaccesible— los mismos doctos: los sabios, los artistas, los filósofos. ¿Qué es la belleza? ¿Dónde está? Si antes, en la superficie de las cuestiones solía encontrarse una flora de perfumada bondad, si antes había una literatura de fondo capaz de desentrañar diamantes en la hondura, ahora se buscan las simas, las vertientes sin esperanza, de las cosas. No se pretende lo hondo sino, simplemente, lo oscuro. No se quiere Belleza. Y quien la tiene la guarda, la esconde como un delito... Entonces, a modo de sucedáneo, pululan las cosas bonitas, que no las bellas. Lo bonito nace del consorcio de la mentira con los accidentes de la Belleza. Así, de una parte, están el Arte y la Literatura broncos, impregnados de angustia y confusión. Pero, de otra, el Arte y la Literatura bonitos. Se adoba a la mentira, se la cocina; se le adorna, se la pinta, se la peina, se la ponen coquetos moños y gestos picantes...

Juan Pasquau, en Úbeda, Ciudad del Renacimiento Andaluz,
Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Granada, 1973

viernes, 8 de abril de 2016

UNA CULTURA IRRITADA Y TEMEROSA




Puede que la cultura, en nuestro tiempo, esté coronando una fase decisiva. No es que el hombre lo tenga todo ya, pero es sintomático que el hombre empiece a sentirse capaz de todo. La “caña pensante”, que decía Pascal, lejos de doblegarse ante lo desconocido, comienza a desafiar a las estrellas. ¿A dónde vamos a llegar? Es la pregunta que todos nos hacemos, no sé si a veces con recelo, siempre con admirada sorpresa.

Pero esta cultura espléndida no disfruta, de otra parte, de completa salud. Es una cultura irritada, temerosa, llena de recelos, como en expectación angustiada de una indefinible tormenta frente a la cual no se dispone de pararrayos. Por eso, después de preguntarnos dónde vamos a llegar… añadimos: ¿qué va a pasar aquí? 

Juan Pasquau, en Cultura contemporánea y Concilio Vaticano II, Diario Jaén, 30 marzo 1966.

martes, 5 de abril de 2016

HACEDORES DE IDEAS




Jacques Maritain ha escrito recientemente que el “hombre se va pareciendo a una abeja que ya no tuviera el instinto de elaborar su miel”. Sí, efectivamente, llenos de conocimiento como estamos, chorreantes de técnica derramada, correosos de ciencia que no acierta a ser sabiduría, nos sumimos en un estado de ánimo caracterizado, al par, por deslumbramientos y oscuridades; si, de un lado, triunfalizamos a costa de los mil inventos de cada día y, de otro, se nos nubla es espíritu cuando leemos en la prensa las catástrofes morales de cada mañana, la bella frase del filósofo francés viene a abonar muchos temores. Sí; existe el temor —casi el miedo— de que el hombre se olvide de quien es. Sería la crisis mayor de nuestro tiempo: que se nos perdiera el perfil y la figura, que se nos olvidará el qué, el por qué y el para qué del hombre; que afanados, en fin, en la práctica de mil quehaceres, perdiéramos definitivamente nuestra teoría. ¿Es que se puede ser hombre renunciando de antemano a una doctrina del hombre? Pero el hombre elaboró siempre ideas, como la abeja elaboró siempre la miel. Mala cosa, pues, que ahora abunden los que renuncian al pensamiento dejando así a la inteligencia vacante. O empleando a la inteligencia exclusivamente en oficios subalternos. Mala cosa que se le diga a la metafísica ¡basta!, al mismo tiempo que se azuzan y espolean todos los corceles del instinto… 

Juan Pasquau, en Úbeda Mirador, Diario “Jaén”, 28 de septiembre de 1971.

domingo, 3 de abril de 2016

LA DUDA EN LAS ESQUINAS




Todo esto es bello, pero ¿todo esto es verdad?

La evidencia no acompaña a la formulación cristiana de la existencia. Y así, el drama es mayor. Porque la convicción cristiana está constituida por verdades constantemente asaltadas. La duda acecha por todas las esquinas.

¿Qué es la fe? Tremenda es su belleza, porque es una verdad sin demostración lógica tajante; es un fervor sin fuego visible (…). La fe no tiene un precio, ni está al final de ningún camino, porque ella misma es un camino. No hay moneda lógica, no hay recursos naturales para conseguirla. No se hace uno de la fe como de un automóvil o de un frigorífico. Su misterio es su gratuidad. 

Juan Pasquau, en Análisis de la fe, Diario Jaén, 26 diciembre 1967.

viernes, 1 de abril de 2016

PARA QUE CREZCA ABRIL



¿Qué es el Cristianismo? Una angustia que nos hace inminente la Alegría; un viento para que crezca Abril y nos iluminen las rosas.

Juan Pasquau, en Para que crezca Abril, Revista VBEDA, 31 de marzo de 1963