BLOG SOBRE JUAN PASQUAU - PERIÓDICO INTEMPORAL



PERIÓDICO INTEMPORAL DEDICADO A JUAN PASQUAU

Para que vuelvan a acercarse a la obra del escritor ubetense quienes tuvieron la suerte de conocerlo, para que lo descubran quienes no lo conocieron, para que todos crezcan en permanente conversación con sus escritos y su pensamiento.

martes, 18 de mayo de 2010

Temas andaluces. SOBRE EL TRABAJO



Lo de un gitano:

–Mira, payo; yo, listero o algo así. Un empleo de poco trabajo y muy lujurioso.

Y quería decir muy lucrativo.

La lata es que cuando se habla de personas que no dan golpe, mucha gente de por ahí piensa en Andalucía como en la patria adoptiva de los “calés”. (Pero, ¿es que no hay gitanos en Valladolid o en Gerona?) Lo que indigna un poquito es que la frase de castigo a la galbana venga dirigida –por mor de un tópico patinado de siglos– a la “tierra de María Santísima”. Así es que si luego nos excusan del coscorrón es en gracia del bollo, si nos perdonan lo de listero es por lo de “lujurioso”.

Viaja uno, no más lejos de Segovia a lo mejor, y lo primero que le sueltan respecto de Andalucía es:

–Mucho latifundio por allí, ¿eh?

Y luego, enseguida, con descaro:

–Muy pocas ganas de trabajar...

¡Pocas ganas de trabajar! Pues claro que, en general, el andaluz no ostenta su trabajo como un dije, no lo enseña como una sortija de brillantes. No dice "mi trabajo" orgullosa, enfática, solemnemente, como quienes lanzan lo de... “mi señora2 al hablar de su mujer. Pero esta fama...

–Sí; tienen ustedes fama de eso.

Vacilan algo al decirlo, pero se reponen y añaden con asombrosa audacia:

–Fama de eso y de... fulleros.

Me ha ocurrido oír tales cosas más de una vez, bien que disimulado el improperio entre filaterias de sonrisas y de distingos.

Examen de conciencia al canto, andaluces. ¿Somos...?

La teoría del “trabajo púdico” puede –por ejemplo– servir de respuesta. No formuló la teoría un andaluz, sino un... catalán: Don Eugenio d' Ors. Vino a decir, poco más o menos:

–El andaluz sabe que el trabajo no nos viene de gracia, sino que se nos impuso de castigo. Y si se trata de un castigo, ¿por qué vamos a esgrimirlo como una ejecutoria? Por tanto, el andaluz se esfuerza como quien más; pero, si puede, oculta su afán laborioso como el que recata, una vergüenza. Porque el trabajo es muy digno y muy necesario, todo lo digno y necesario que es cumplir una condena; no más.

Naturalmente, tiene el trabajo su anatomía, fisiología e higiene. Ahora bien; sus “formas” no hay por qué ceñirlas y ajustarlas hasta extremos de provocación. Disimuladas y tapadas están mejor. En cuanto a la fisiología, al funcionamiento, al rendimiento, ¿qué tantos añade a la producción la palabrería? Trabajar con la lengua fuera es hacerlo de una manera poco estética. Con el gesto no se producen espigas, ni aceitunas, ni kilovatios. El andaluz lo sabe desde dentro. El –puede que lleve razón don Eugenio d'Ors– piensa, que el trabajo, como se decía del buen paño, en el arca se guarda; es decir, en el reducto cotidiano y personal se demuestra. No es para mostrado, para “presentado en sociedad”.

Porque eso es lo que no pretendemos por aquí: hacer del trabajo una duquesa, embobarnos ante un prestigio o una belleza. Estupendo es poder decir: trabajo para vivir. Y, sin embargo, es necio pensar: vivo para trabajar. No es una corona el trabajo, sino una cadena... perpetua. No supone una glorificación; más bien implica una ascesis.

“¡Mi dinero, mi dinero¡” exclamaba a cada paso el señor Pantalón de la comedia benaventina. Parientes suyos parecen los que a cada momento gritan: ¡Mi trabajo, mi trabajo!

Es más fino, más andaluz, decir, serena y meditativamente: El trabajo.

(ABC, Edición Andalucía, 27 de febrero de 1963)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífico retrato de los gitanos: trabajar poco (o preferentemente nada) y ganar mucho. Puro parasitismo social, que llevan practicando desde hace décadas. ¿Alguién ha calculado cuánto le cuesta al estado del bienestar mantener las casas, la luz, el agua, el gas, las pagas, las becas, de varios cientos de miles de gitanos que no aportan nada a la sociedad?

Anónimo dijo...

Cuando en el norte de Castilla oigo decir que en Andalucía la gente es vaga y se trabaja poco, recuerdo siempre que allá por Andalucía mi padre no hizo otra cosa en toda su vida sino trabajar, todo el día. Él y la gente que trabajaba con él.
Hay mucha gente que trabaja muy duro en Andalucía.
También hay muchas cigarras que sólo cantan.