BLOG SOBRE JUAN PASQUAU - PERIÓDICO INTEMPORAL



PERIÓDICO INTEMPORAL DEDICADO A JUAN PASQUAU

Para que vuelvan a acercarse a la obra del escritor ubetense quienes tuvieron la suerte de conocerlo, para que lo descubran quienes no lo conocieron, para que todos crezcan en permanente conversación con sus escritos y su pensamiento.

viernes, 11 de marzo de 2011

¿LA DECADENCIA DE LA CUARESMA?





…Y la Cuaresma, precisamente, es eso. Un tiempo de preparación en que se demanda el cultivo de las virtudes cristianas, llamando al pan, pan, y al vino, vino. Un dejar al descubierta nuestra desnudez cristiana. Pero no, no somos capaces. Tememos todos que al decir o al hacer estas cosas se nos tome por demasiado cristianos. Todo el mundo quiere parecer cristiano, pero tiene miedo de parecer demasiado cristiano. Yo mismo estoy temiendo ahora que digáis que esto parece un sermón… El otro día, una excelente persona, sinceramente piadosa, decía que hay que hacer llegar los conceptos cristianos un poco disfrazadamente a la gente porque si no, no van a ser aceptados y se van a tomar por beaterías. Esto, verdaderamente es tremendo. ¿Qué cosa es el cristianismo que hay que disfrazarlo, disimularlo un poco, para hacerlo llegar a la gente? Hablando de fútbol, de modas, de toros o de cine, nadie disimula nada. Nadie dice que sea impropio hablar de estas cosas en cualquier parte y sin tapujos. De lo que no se puede hablar en cualquier sitio es de Religión. Lo que exige ciertos ambientes es la conversación sobre temas altos de espiritualidad. Mucho cuidado, sí; hay que proceder con mucho cuidado. Con prudencia, con tacto, con cautela… ¿Creía esto San Pablo cuando decía aquello de «insta a tiempo y fuera de tiempo»… Es que inconscientemente seguimos relegando la Religión al recinto eclesiástico, al templo. Es que meter a Cristo es nuestras conversaciones, es delicado, hace falta tacto, mucho tacto. ¿Tacto?

No hay quien nos entienda. Se dice que hay que sacar la religión del templo, que los sermones nos los sabemos de memoria, que hay que hacer una labor seglar de capacitación…, y luego, cuando sacamos a Cristo a la calle, escandalizamos un poco, cuando lo llevamos a nuestra conversación sentimos un sutil temor y nos apresuramos a encerrarlo de nuevo en el templo...

La Cuaresma es un esfuerzo por patentizar el espíritu cristiano en el calendario y en la vida particular. Pero ya casi pasa desapercibida; está en decadencia. No cuenta nada para nuestras costumbres. Porque precisamente la Cuaresma puja por hacernos vivir la radical y gloriosa incomodidad de un cristianismo que no sabría disimularse a sí mismo de ninguna manera. Un cristianismo incómodo, ¿quién habla de eso? Un cristianismo patente, manifiesto, insobornable... Eso, por lo visto ¿ha pasado a la historia?

Ahora no existe el Carnaval; apenas existe la Cuaresma ¿No era más cristiano, al fin y al cabo, mantener, vivir la Cuaresma, aún a trueque de que siguiese el Carnaval?

(Diario JAEN, 12 de marzo de 1960)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

También a mi me pasa que para introducir una palabra cristiana en una conversación, hay que aderezarla, rebajarla, con miedo de que si no genere una reacción defensiva. A la gente no le gusta, como es natural, que alguien quiera adoctrinarle. Si se nos vé el plumero no de ser cristianos, sino de intentar hacer apostolado, entonces la conversación se vicia. Quizás, pienso yo, la mejor estrategia es la naturalidad: nada de predicar, nada de ocultar.

M.Q dijo...

...Es que no se trata de predicar ni de ocultar. Precisamente la naturalidad es eso, expresar lo que somos, lo que pensamos, no ocultar lo que llevamos dentro, al contrario, compartirlo,mucho mas cuando estemos convencidos de que es bueno para todos. Y desde luego, no tener miedo. ¿Lo tienen los demás, a decir todo lo que les parece?Y no debe haber reaccion defensiva, cuando no se ataca a nadie. Eso pienso yo. Saludos

Pedro P. Vico dijo...

Aunque Juán Pasquau escribe este precioso artículo en los sesenta,es tremendamente actual.No hemos de disimular de nuestra condición de cristianos;al contrario,estando en la Verdad,hemos de manifestar lo que de verdad sentimos,sin miedo alguno.¿Acaso lo tienen los musulmanes, que creen igualmente en Dios?Deberíamos de aprender un poco de ellos y no quedarnos como cobardes cuando se burlan de nuestra religión Católica.