BLOG SOBRE JUAN PASQUAU - PERIÓDICO INTEMPORAL



PERIÓDICO INTEMPORAL DEDICADO A JUAN PASQUAU

Para que vuelvan a acercarse a la obra del escritor ubetense quienes tuvieron la suerte de conocerlo, para que lo descubran quienes no lo conocieron, para que todos crezcan en permanente conversación con sus escritos y su pensamiento.

domingo, 4 de abril de 2010

DIOS SIN MEDIDA



No sirven nuestros cánones para medir al Señor. Fracasan nuestras razones para entender a Cristo. ¡Y cómo hay quien “empequeñece” a Cristo, ensalzándole como al mejor de los hombres! Llega la Pascua, llega la Resurrección. Es el auténtico paso del Señor. Estas procesiones, este lanzamiento de las imágenes del Redentor a las calles, ¿qué otra cosa son que una invitación para que Cristo se nos entre por los ojos y siga, por el camino de las arterias, al corazón? Y Él, humilde, se nos muestra con su caña como cetro y con su manto de escarnio, vejados en su Divina Persona “los Derechos de Dios”. Se nos muestra a nosotros, tan celosos de los “Derechos del Hombre”. Y Él, camina con su Cruz y desnudo en la Cruz se ofrece al Padre. Y muere. Esta sí que es la auténtica “muerte de Dios”. Pero muerte para la Vida. Muerte que desenmascara a la muerte. “Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?”.

Días sagrados. El tiempo detiene su paso. El Jueves Santo, el Viernes Santo, el Domingo de Pascua, no están afiliados a ningún siglo, carecen de edad. Sopla en estos días la brisa de lo Eterno. Sopla el Viento de Dios. Habría que ser lo suficientemente generosos de corazón para dejar olvidados en un rincón del espíritu todas esas cosas del simple vivir cotidiano. Y comprar con Amor el terreno, la parcela, para edificar nuestra renovación. “Porque el Reino de Dios se asemeja al caso de aquel hombre que vendió todo cuanto tuvo...”

Sin afanes, sin prisas y sin cuidado, con la presencia única de Cristo, con la perspectiva de lo Eterno al fondo, estos días de Pasión y de Pascua, constituyen la genuina ocasión para el redescubrimiento de nuestra calidad de cristianos. ¿Queremos de verdad sabernos, o preferimos, más bien olvidarnos? Los tremendos y gloriosos Misterios de Cristo, de una parte nos consuelan, de otra nos comprometen. No se es cristiano sin esperanza. Pero tampoco se puede ser cristiano sin amor. La fe es un descanso. La fe es un trabajo. No se puede creer sin que, de inmediato, el gozo espiritual nos acometa. Tampoco se puede creer impunemente, frívolamente, irresponsablemente. La fe obliga. La fe es una Movilización. Es la Movilización.

Con la fe en Cristo, la Verdad rompe todas las medidas. Y esto sí que revoluciona. Por dentro y hacia arriba.

(Diario IDEAL, 12 de abril de 1974)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena a los responsables de este blog por el Especial de Semana Santa. Ha sido un verdadero placer compartir estos maravillosos artículos, el cuidado de cada uno de los detalles, la música, las fotografías... Ojalá trabajos como éste dedicados a rescatar y difundir la incomensurable figura de Juan Pasquau encontraran apoyo en las instituciones. Mientras ese momento llega, si es que llega la oportunidad de poder tener en papel nuevamente los artículos del maestro Pasquau, los animo a que no decaigan en el mantenimiento de esta extraordinaria iniciativa cultural.
Guillermo.

Anónimo dijo...

Hasta los 19 años tuve la ocasión de recibir "en vivo" la manera peculiar y profunda de vivir la Semana Santa de mi padre. Desde entonces acostumbré siempre a "ambientarme" releyando cualquiera de sus innumerables escritos sobre el tema. La iniciativa de Manolo Madrid de este "Especial Semana Santa" me ha servido, también a mi, para volver a hacer vigente aquella manera de mi padre de vivir la S.Santa. Creo, sinceramente, que la Semana Santa de Ubeda no sería la misma sin la interpretación que de ella hizo Juan Pasquau. Juan Pasquau forma parte de su acervo patrimonial...
Y gracias, Guillermo, por sus ánimos.

Rosa González Pasquau dijo...

Para mí la Semana Santa de Ubeda está unida indisolublemente a la mirada,a la palabra,a los escritos y a la presencia física de Juan Pasquau,a su manera irrepetible y genética de vivir estos dias y a su recuerdo siempre.
Gracias a todos los que habeis hecho posible que aquel tiempo se repita
Rosa González Pasquau